Vivienda Borneiras

La pronunciada pendiente de la parcela, que se orienta hacia el mediodía, y la imponente extensión de viñas que se prolongan hasta donde alcanza la vista, actuaron como principales condicionantes del proyecto.

La vivienda pretende integrarse entre los viñedos adaptando su forma a la topografía y conservando la escala de las construcciones vecinas. La edificación se articula en dos volúmenes escalonados que se disponen perpendicularmente entre sí, asomándose por encima de los cultivos.

El acceso a la vivienda se produce desde la parte alta de la parcela, lo que permite disfrutar de una perspectiva general de las viñas que se extienden a su alrededor. La cubierta vegetal busca fundir la arquitectura con el paisaje, minimizando también el impacto de la intervención.

El basamento de piedra pone en contacto a la vivienda con el lugar. La geometría quebrada del proyecto y su adaptación mediante varios niveles a la topografía facilitan la creación de pequeños rincones que evocan en su esencia a la arquitectura tradicional gallega.

Las principales estancias de la vivienda se disponen en el nivel inferior, que se abre por completo al soleamiento y a las viñas. La casa rompe su ortogonalidad en su fachada sur para ganar amplitud y captar más luz natural.

El espacio interior se prolonga hacia el paisaje a través de los planos horizontales del porche y de la terraza. La integración con el entorno se completa gracias a la lámina de agua de la piscina desbordante que se funde finalmente con el cielo.

Los potentes muros de granito silvestre emergen por encima de las cubiertas contrastando con la horizontalidad del resto de la casa. El aparejo se resuelve con junta «a hueso» como es tradicional en la arquitectura popular de la zona.

Los huecos se dimensionan en función de su orientación, favoreciendo la iluminación que necesita cada estancia. Los marcos de las carpinterías se dejan ocultos propiciando que la casa participe plenamente del entorno.

La escalera actúa como elemento vertebrador de la casa articulando los diferentes niveles. Su posición estratégica entre la zona de día y la zona de noche permite reducir las circulaciones optimizando así el espacio.

La posición elevada de la zona de estar sobre el mar de viñas circundante permite disfrutar del incomparable entorno desde una perspectiva privilegiada, haciendo especial cada momento del día.