Vidalverde

La notable dimensión de la parcela y su favorable topografía permitieron desarrollar la vivienda de forma extensiva en una sola planta, sin limitaciones de espacio y buscando la mejor orientación para cada estancia.

La geometría quebrada de la planta favorece el desarrollo de una serie de espacios que se van entrelazando de manera fluida. De este modo el proyecto de paisajismo diseñado para la parcela se introduce en el interior de la casa.

La fragmentación del volumen principal en varias piezas reduce la escala de la vivienda y la ayuda a integrarse con el jardín generando diferentes espacios. Las especies florales y arbóreas seleccionadas se disponen pensando en singularizar cada rincón de la parcela.

El solárium de la piscina se proyectó como el punto focal de la casa, por este motivo las principales estancias se disponen en torno suyo y lo abrazan dirigiendo su mirada hacia él.

Los amplios porches protegen de la persistentes lluvias en invierno y actúan como brise-soleil en verano. Dos huecos rompen con la continuidad de los mismos, uno en la zona de día y otro en la zona de noche y todos los falsos techos se disponen a la misma altura prolongando así las estancias hacia el exterior.

La atenta selección de las especies vegetales, junto con el despiece y tratamiento de los pavimentos contribuyen a la perfecta definición y formación de los espacios exteriores.

La vivienda se asienta sobre un potente zócalo de mampostería que pone a la casa en contacto con el terreno y asume las irregularidades de la topografía. Las piezas de granito silvestre se aparejan con junta «a hueso» como es tradición en la arquitectura popular gallega.

Los muros de mampostería se rompen con grandes huecos acristalados que se llevan de suelo a techo. Los perfiles de las carpinterías se dejan ocultos potenciando la sensación de continuidad. La relación entre el interior y el exterior es total.

El espacio interior se constituye con materiales cálidos como la madera, presente en los pavimentos, las carpinterías y el mobiliario. La luz natural que se filtra a través de los patios aporta a las estancias una vida propia.

La vivienda se funde por completo con la vegetación del jardín. La floración de las especies y  los ciclos de las estaciones se cuelan en el interior de la casa. El proyecto de paisajismo contribuye a generar un fondo natural controlado que aporta el nivel de intimidad y privacidad que todo hogar necesita.